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ABC DE LA INTERCESIÓN
Dios busca intercesores
Ezequiel 22:30
Y busqué entre ellos hombre que hiciese vallado y que se
pusiese en la brecha delante de mí, a
favor de la tierra, para que yo no la
destruyese; y no lo hallé.
Moises intercede por el pueblo
Salmo 106:23
Y trató de destruirlos,
De no haberse interpuesto Moisés su escogido delante de
él,
A fin de apartar su indignación para que no los
destruyese.
Cristo como intercesor
Romanos 8:34
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun,
el que también resucitó, el que
además está a la diestra de Dios, el que
también intercede por nosotros.
Hebreos 7:24-25
¿Cómo interceder correctamente?
Filipenses 2:4
no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual
también por lo de los otros.
Principios de oración basados en la conversación de Dios con
Abraham
(Gn 18.17-33)
Dios salva a los muchos o a los pocos: La ausencia del bien hace que su paciencia se agote. Nuestra intercesión debe estar de acuerdo con el carácter de Dios.
(Gn 18.17-33)
Dios salva a los muchos o a los pocos: La ausencia del bien hace que su paciencia se agote. Nuestra intercesión debe estar de acuerdo con el carácter de Dios.
El corazón del intercesor
(Éx 32.11–14, 30–34)
Moisés demuestra desinterés, y un espíritu de intercesión que prevalece sobre los efectos destructivos de la debilidad y el pecado humanos.
(Éx 32.11–14, 30–34)
Moisés demuestra desinterés, y un espíritu de intercesión que prevalece sobre los efectos destructivos de la debilidad y el pecado humanos.
Josué y sus guerreros se paran en la brecha
(Jos 10.12-14)
Josué y sus guerreros se pararon en la brecha, combatiendo por el propósito eterno de Dios, e ilustrando el triunfo que tal fe puede alcanzar en la batalla espiritual.
(Jos 10.12-14)
Josué y sus guerreros se pararon en la brecha, combatiendo por el propósito eterno de Dios, e ilustrando el triunfo que tal fe puede alcanzar en la batalla espiritual.
Dios interviene con poder
(Is 36.1-37.38)
Ezequías e Isaías demuestran el poder de la oración a la hora de enfrentar tiempos difíciles y derrotar los poderes del mal.
(Is 36.1-37.38)
Ezequías e Isaías demuestran el poder de la oración a la hora de enfrentar tiempos difíciles y derrotar los poderes del mal.
Los intercesores vinculan la misericordia de Dios con la necesidad
humana
(Ez 22.30)
Dios busca intercesores que se coloquen en la «brecha», cierren la puerta a los intrusos y den entrada a las bendiciones de Dios.
(Ez 22.30)
Dios busca intercesores que se coloquen en la «brecha», cierren la puerta a los intrusos y den entrada a las bendiciones de Dios.
Líderes espirituales: Oran y enseñan
(Ef 3.14-21)
Sabiendo que la fuerza del cristianismo reside en el ser interior, Pablo oró para que Cristo imprimiese su naturaleza sobre la mente, las voluntades y las emociones de la gente.
(Ef 3.14-21)
Sabiendo que la fuerza del cristianismo reside en el ser interior, Pablo oró para que Cristo imprimiese su naturaleza sobre la mente, las voluntades y las emociones de la gente.
Mateo 7:7-8
“Pedid, y se os dará. Buscad
y hallaréis. Llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide
recibe, el que busca halla, y al que llama se le abrirá”
Profundizando en la intercesión
Hay tres niveles de intensidad en la oración de intercesion:
Pedir, Buscar, y Llamar
Pedir
Es
simplemente presentar una demanda a Dios y recibir una
respuesta
inmediata. Para recibir, la condición es pedir:
“Codiciáis y no tenéis; matáis y
ardéis de envidia, pero no podéis obtener. Combatís y hacéis guerra. No tenéis,
porque no pedís” (Santiago 4:2).
Buscar
Éste
es el nivel de oración dónde las respuestas no son
tan
inmediatas como al nivel de pedir. Los 120 recogidos en aposento alto dónde
ellos “continuaron”
en
oración son un ejemplo de buscar. Estos hombres y mujeres buscaron el
cumplimiento de la
promesa
del Espíritu Santo y “continuaron” buscando hasta que la respuesta viniera
(Hechos 1-2).
Llamar
Es
la oración que es persistente cuando las respuestas son más
demoradas
a venir. Se ilustra por la parábola que Jesús dijo en Lucas 11:5-10. También se
ilustra por
la
persistencia de Daniel que continuó “llamando” a pesar del hecho que él no vio
ningún resultado
visible
porque Satanás impedía la respuesta de Dios (Daniel 10).
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